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miércoles, 3 de septiembre de 2008

Siglo de Oro


Por Siglo de Oro se entiende la época clásica o de apogeo de la cultura española, esencialmente el Renacimiento del siglo XVI y el Barroco del siglo XVII. Dicho período abarcaría desde la publicación de la Gramática castellana de Antonio de Nebrija (1492) hasta la muerte de Calderón (1681). El punto más alto de este apogeo se encuentra en la obra de Miguel de Cervantes y Lope de Vega.


A finales del siglo XVIII la expresión «Siglo de Oro», con la que Lope de Vega aludía al suyo y que suscitaba la admiración de Don Quijote en su famoso discurso sobre la Edad de Oro, ya se había popularizado y en el siglo XIX la terminó de consagrar el hispanista norteamericano George Ticknor en su Historia de la literatura española, aludiendo al famoso mito de la Teogonía de Hesíodo en que hubo una serie de edades de hombres de distintos metales cada vez más degradados.
Fue un periodo de gran florecimiento político y económico en España, que alcanzó un gran renombre y prestigio internacional; durante esta época todo lo «nuevo» en Europa venía de España y era imitado con gusto y aplicación; se puso de moda saber la lengua española (véase Hispanismo). Se desarrollan en especial la literatura, las artes plásticas, la música y la Arquitectura. Los centros de mayor importancia cultural son las Universidades de Salamanca, Alcalá de Henares y Sevilla, así como ciudades como Sevilla, la más grande de la época, donde afluían todas las riquezas y novedades de América y los comerciantes y banqueros más importantes de Europa (también la delincuencia internacional, atraída por tal riqueza), y Toledo, Valencia y Zaragoza. Los metales preciosos, las perlas y las esmeraldas desarrollaron notablemente, aparte del arte de la orfebrería, tambien las del lujo, aunque la mayor parte de esa riqueza marchó a Europa para pagar las costosas guerras que imponían las ambiciones imperiales de los Austrias. En el terreno de las humanismo su cultivo fue más extenso que profundo y de matiz más divulgativo que erudito, a pesar de que la filología ofreció testimonios eminentes como la Biblia políglota complutense o la Biblia regis o de Amberes de Benito Arias Montano, mientras que en el científico hubo avances importantes en Lingüística (Francisco Sánchez de las Brozas y su Minerva; las numerosas gramáticas de lenguas indias realizadas por los misioneros), Geografía, Cartografía, Antropología y Ciencias naturales (Botánica, Mineralogía etc.), como consecuencia del descubrimiento de América. Hubo también figuras eminentes en Matemáticas (Sebastián Izquierdo, Juan Caramuel, Pedro Nunes, Omerique, Pedro Ciruelo, Juan de Rojas y Sarmiento, Rodrigo Zamorano), Física, Medicina, Farmacología (Andrés Laguna), Psicología (Juan Luis Vives, Juan Huarte de San Juan) y Filosofía (Francisco Suárez). Igualmente se desarrollaron, a causa del gran impacto que tuvieron los descubrimientos de nuevos pueblos, el derecho natural y el derecho de gentes, con figuras como Bartolomé de las Casas, influyente precursor de los derechos humanos y defensor del iusnaturalismo en su De regia potestate, o Francisco de Vitoria.
El Siglo de Oro abarca dos periodos estéticos, que corresponden al Renacimiento del siglo XVI (reinados de Fernando el Católico, Carlos I y Felipe II), y al Barroco del siglo XVII (reinados de Felipe III, Felipe IV y Carlos II). El eje de estas dos épocas o fases puede ponerse en el Concilio de Trento y la reacción contrarreformista.

Poesía

España experimentó una gran ola de italianismo que invadió la literatura y las artes plásticas durante el
siglo XVI y que es uno de los rasgos de identidad del Renacimiento: Garcilaso de la Vega, Juan Boscán y Diego Hurtado de Mendoza introdujeron el verso endecasílabo italiano y el estrofismo y los temas del Petrarquismo; Boscán escribió el manifiesto de la nueva escuela en la Epístola a la duquesa de Soma y tradujo El cortesano de Baltasar de Castiglione en perfecta prosa castellana; contra estos se levantaron nacionalistas como Cristóbal de Castillejo o Fray Ambrosio Montesino, partidarios del octosílabo y de las coplas castellanas, pero igualmente renacentistas.

Literatura

España produjo en su edad clásica algunas
estéticas y géneros literarios característicos que fueron muy influyentes en el desarrollo ulterior de la Literatura Universal.
Entre las
estéticas, fue fundamental el desarrollo de una realista y popularizante tal como se había venido fraguando durante toda la Edad Media peninsular como contrapartida crítica al excesivo, caballeresco y nobilizante idealismo del Renacimiento: se crean géneros tan naturalistas como el celestinesco (Tragicomedia de Calisto y Melibea de Fernando de Rojas, Segunda Celestina de Feliciano de Silva, etc.), la novela picaresca (Lazarillo de Tormes anónimo, Guzmán de Alfarache, de Mateo Alemán, Estebanillo González), o la proteica novela polifónica moderna (Don Quijote de la Mancha), que Cervantes definió como «escritura desatada».

Teatro

El «monstruo de la naturaleza», como lo llamó
Cervantes, fue, en el Siglo de Oro, Lope de Vega, también conocido como «el Fénix de los Ingenios», autor de cerca de 1.500 obras teatrales, novelas, poemas épicos y narrativos y varias colecciones de poesía lírica profana, religiosa y humorística. Lope destacó como consumado maestro del soneto. Su aportación al teatro universal fue principalmente una portentosa imaginación, de la que se aprovecharon sus contemporáneos y sucesores extrayendo temas, argumentos, motivos y toda suerte de inspiración. Su teatro, polimétrico, rompe con las unidades de acción, lugar y tiempo, y también con la de estilo, mezclando lo trágico con lo cómico.

Otro género teatral importante, y a veces descuidado por la crítica, es el
entremés, donde mejor y con más objetividad puede estudiarse la sociedad española durante el Siglo de Oro. Se trata de una pieza cómica en un acto, escrita en prosa o verso, que se intercalaba entre la primera y la segunda jornada de las comedias. Corresponde a la farsa europea, y en él destacaron autores como Luis Quiñones de Benavente y Miguel de Cervantes, entre otros.

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1 comentarios:

Dilaca dijo...

Ah! Qué lindo que está tu blog!
Nos vas a enseñar cóno lo has hecho!
En cuanto al artículo, has realizado una buena selección de material informativo, pero no has referido a ninguna bibliografía ni vínculo.
Eso le quita valor al trabajo.
Recuperalo editando y proponiendo lo faltante.
Saludos